Edith Malfavón comparte su motivación para convertirse en veterinaria: su profundo amor por los animales. Desde siempre, su conexión con las mascotas la impulsó a tomar la decisión de dedicar su vida a cuidar de ellas.
LA SATISFACCIÓN DE SALVAR VIDAS
Como veterinaria, Edith se enfrenta a desafíos emocionales y físicos, especialmente cuando trata con pacientes en estado crítico. Sin embargo, lo que más valora de su trabajo es la gratificación de ver la mejora de sus pacientes. Desde verlos mover la cola hasta recibir un beso, cada pequeño progreso es una fuente de alegría y satisfacción.
LA RENOVACIÓN DEL ESPÍRITU
La experiencia de presenciar la recuperación de un animal enfermo o herido renueva el espíritu de Edith. El simple gesto de una mascota feliz, ya sea sonriendo, moviendo la cola o dando un beso, le recuerda el impacto positivo que puede tener en la vida de los animales y sus dueños.
INSPIRACIÓN Y DEDICACIÓN
Edith Malfavón es un ejemplo de dedicación y pasión por su trabajo. Su compromiso con la salud y el bienestar de los animales la impulsa a superar cualquier desafío. A través de su historia, inspira a otros a seguir su amor por los animales y a trabajar incansablemente para proteger y cuidar a estas adorables criaturas.