La opción ideal es llevar a la mascota a una cita de evaluación, ya que las pulgas pueden provocar picazón.
Posibles lesiones
El constante rascado puede llevar a lesiones en la piel. Por lo tanto, es esencial determinar si hay lesiones debido a esta infestación. Es crucial prevenir este problema mediante desparasitaciones externas, que pueden realizarse mensualmente o cada tres meses, dependiendo del producto utilizado.