¿Sabías que dar huesos a tu mascota puede ser muy peligroso?
Aunque es común pensar que los perros disfrutan masticar huesos sin problema, la realidad es que puede ser una práctica riesgosa. Los huesos pueden astillarse, causar asfixia, obstrucciones y otros daños graves. Aquí te contamos cómo proteger a tu peludo amigo.
¿Por qué son peligrosos los huesos?
Astillas peligrosas
Los huesos, sobre todo cocidos, pueden romperse en astillas afiladas que causan cortes en la boca, garganta o tracto digestivo.
Obstrucciones
Fragmentos de hueso pueden quedarse atascados en el esófago, estómago o intestinos, provocando bloqueos que a menudo requieren cirugía de emergencia.
Riesgo de asfixia
Los huesos pequeños o mal masticados pueden obstruir las vías respiratorias, provocando asfixia.
Daños dentales
Huesos muy duros pueden fracturar los dientes o desgastar el esmalte dental, provocando dolor y problemas de salud oral.
Tipos de huesos especialmente peligrosos
Huesos pequeños o afilados: como los de pollo, cerdo o pescado.
Huesos grandes y duros: pueden dañar los dientes y son difíciles de digerir.
Huesos cocidos: son más frágiles y se astillan con facilidad, aumentando el riesgo de lesiones internas.
Signos de alerta si tu perro ha comido huesos
Si tu perro presenta alguno de estos síntomas, acude al veterinario de inmediato:
- Babeo excesivo
- Vómito o náuseas
- Pérdida de apetito
- Letargo o malestar general
- Dificultad para defecar o sangre en las heces
Alternativas seguras a los huesos
Snacks dentales: Ayudan a limpiar los dientes sin poner en riesgo su salud.
Premios comestibles: Fabricados con ingredientes seguros y pensados para su sistema digestivo.
Juguetes masticables de calidad: Diseñados para fortalecer dientes y encías sin riesgo de fracturas o atragantamientos.
