
Alimentación: una dieta adecuada para cada especie
La dieta de las tortugas varía según su especie. Algunas son herbívoras, mientras que otras requieren una combinación de vegetales, frutas y proteínas. Es fundamental evitar alimentos procesados, ya que pueden afectar seriamente su salud.
Longevidad: un compromiso a largo plazo
Las tortugas pueden vivir muchas décadas. Algunas especies alcanzan fácilmente los 50 años o más. Antes de adoptarlas, es importante considerar este compromiso a largo plazo.
Hábitat: espacio, temperatura y humedad
Cada tortuga necesita un hábitat específico según sea terrestre o acuática. Debe contar con el espacio suficiente, una temperatura adecuada y niveles de humedad controlados. Un entorno bien diseñado es clave para su desarrollo y bienestar.
Hibernación: atención especial en invierno
Algunas especies de tortugas hibernan durante los meses fríos. Este proceso debe ser monitoreado cuidadosamente por un veterinario especializado, para garantizar que la tortuga se mantenga sana durante todo el periodo.
Higiene: precauciones importantes
Las tortugas pueden ser portadoras de salmonela. Por eso, es esencial lavarse bien las manos después de manipularlas o de limpiar su hábitat. Esta práctica protege tanto a los humanos como al animal.
Socialización: animales solitarios por naturaleza
A diferencia de otros animales domésticos, las tortugas suelen ser solitarias y no requieren compañía de otras tortugas para estar bien. Forzarlas a convivir con otras puede generarles estrés.
Atención veterinaria especializada
En el Hospital Veterinario Delta contamos con especialistas en fauna no convencional, listos para atender a tu tortuga y a cualquier otro animal exótico o poco común. Tu mascota merece el mejor cuidado, y nosotros estamos aquí para brindarlo.