¿POR QUÉ LOS PERROS COMEN PASTO?
El comportamiento de comer pasto es bastante común en los perros y ha intrigado a los dueños durante mucho tiempo. Aunque no hay una única explicación definitiva, existen varias teorías sobre por qué los perros lo hacen, relacionadas tanto con su instinto como con su salud.
INSTINTO NATURAL Y COMPORTAMIENTO HEREDADO
Una de las razones más aceptadas es que comer pasto es un comportamiento heredado de sus ancestros salvajes. Los lobos y otros caninos salvajes consumen el contenido estomacal de sus presas, que incluye vegetación. Por ello, algunos expertos creen que los perros modernos comen pasto como un remanente de este comportamiento instintivo.
ALIVIO DIGESTIVO
Otra explicación común es que los perros comen pasto para aliviar molestias digestivas. Se ha observado que algunos perros vomitan después de ingerirlo, lo que sugiere que podrían estar tratando de inducir el vómito para deshacerse de algo que les causa malestar estomacal. Aunque no todos los perros vomitan después de comer pasto, aquellos que lo hacen suelen parecer sentirse mejor después.
NECESIDAD NUTRICIONAL
Los perros pueden recurrir al pasto para complementar su dieta, especialmente si sienten que les faltan ciertos nutrientes o fibra. El pasto es una fuente natural de fibra, que puede ayudar a mejorar el tránsito intestinal y aliviar problemas de estreñimiento. Si tu perro está comiendo pasto de manera regular, podría ser un indicio de que necesita más fibra en su alimentación.
ABURRIMIENTO O ESTIMULACIÓN SENSORIAL
En muchos casos, comer pasto puede ser simplemente una forma de entretenerse. Los perros, especialmente los que pasan mucho tiempo solos o no tienen suficiente estimulación, pueden empezar a masticar pasto como una forma de explorar su entorno. Esta actividad también puede brindarles una experiencia sensorial placentera debido a la textura y el sabor del pasto.
¿DEBERÍAS PREOCUPARTE?
En general, el hecho de que un perro coma pasto no es motivo de preocupación, siempre que lo haga de forma ocasional y no muestre signos de malestar o enfermedad. Sin embargo, es importante asegurarse de que el pasto que consuma no haya sido tratado con pesticidas, herbicidas u otros productos químicos que puedan ser tóxicos.