Copofragia en perros: causas y prevenciones

La coprofagia, o el hábito de comer heces, es un comportamiento común en perros que puede tener diversas causas. Conoce por qué ocurre y cómo prevenirlo eficazmente.

QUÉ ES LA COPROFAGIA?

La coprofagia es el término utilizado para describir el comportamiento de los perros que comen heces, ya sea las suyas o las de otros animales. Aunque este hábito puede resultar desagradable para los dueños, es relativamente común y puede tener diferentes causas, desde problemas médicos hasta factores de comportamiento.

CAUSAS MÉDICAS Y NUTRICIONALES

Una de las razones por las que un perro puede desarrollar coprofagia es debido a problemas de salud subyacentes. Trastornos como deficiencia de nutrientes, mala absorción intestinal, parásitos o problemas digestivos pueden llevar al perro a buscar fuentes adicionales de alimentos en las heces. La falta de enzimas digestivas también puede hacer que el perro no absorba todos los nutrientes de su comida, lo que lo impulsa a comer heces para obtener esos nutrientes faltantes.

FACTORES DE COMPORTAMIENTO

En muchos casos, la coprofagia tiene una explicación conductual. Los perros, especialmente los cachorros, son curiosos por naturaleza y pueden comer heces simplemente por explorar su entorno. En perros adultos, el comportamiento puede deberse al estrés, el aburrimiento, la ansiedad por separación o incluso al deseo de llamar la atención de sus dueños. Algunos perros imitan este comportamiento al ver a otros perros hacerlo.

PREVENCIÓN Y SOLUCIONES

Para prevenir la coprofagia, es esencial abordar tanto las causas médicas como las conductuales. A continuación, algunas estrategias efectivas:

  1. ALIMENTACIÓN ADECUADA
    Proporcionar una dieta equilibrada y rica en nutrientes ayuda a reducir la probabilidad de que tu perro busque nutrientes en otros lugares. Consulta con tu veterinario para asegurarte de que tu mascota recibe los alimentos necesarios para una buena salud digestiva.

  2. EJERCICIO Y ESTIMULACIÓN MENTAL
    Mantener a tu perro activo y mentalmente estimulado puede reducir el comportamiento de coprofagia. El ejercicio regular y los juguetes interactivos pueden ayudar a combatir el aburrimiento y reducir el estrés, factores que contribuyen a este hábito.

  3. HIGIENE Y SUPERVISIÓN
    Mantén el área donde tu perro pasa tiempo limpia y libre de heces. Recoge los desechos de inmediato para eliminar la tentación. Durante los paseos, presta atención a tu perro y evita que tenga acceso a excrementos de otros animales.

  4. PRODUCTOS ANTI-COPROFAGIA
    Existen suplementos y aditivos alimentarios diseñados para disuadir la coprofagia. Estos productos hacen que las heces tengan un sabor desagradable para el perro, reduciendo así el interés por comerlas. Consulta a tu veterinario antes de probar estos productos para asegurarte de que sean seguros y efectivos.

CONSULTA VETERINARIA

Si el comportamiento persiste a pesar de las medidas preventivas, es importante acudir al veterinario. Un profesional podrá descartar problemas médicos subyacentes y ofrecer orientación adicional para manejar este comportamiento. La intervención temprana es clave para evitar que la coprofagia se convierta en un hábito crónico.

En conclusión, aunque la coprofagia es un comportamiento desafiante para los dueños de perros, entender sus causas y aplicar estrategias preventivas puede ayudar a reducir y eventualmente eliminar este hábito.

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